Si alguien se pregunta la antiguedad del oficio “barbero” podemos asegurar que es uno de los oficios más antiguos del planeta. El origen del oficio lo podemos encontrar en Grecia y Roma, culturas en las que solía ser imprescindible el cuidado personal y entre ello, el cuidado del cabello, sobre todo en las clases más ricas y privilegiadas.
A medida que la cultura fue evolucionando, el trabajo de barbero también lo hizo. Por poner un ejemplo, dice la historia que el rey Luis XIV, por el siglo XVII , contaba con un barbero dedicado exclusivamente al cuidado de las pelucas que el tenía. Los barberos no solo se encargaban de las pelucas y el corte del cabello, también lo hacían de afeitar la cara y hasta cortar las uñas, es decir que a pesar de que el nombre del oficio solo hiciese referencia a la barba del hombre se preocupaban de la higiene y el cuidado de la cabeza entera y hasta la propia pedicura.
En la actualidad, el barbero es el profesional que se dedica a acondicionar, afeitar y cortar tanto el cabello como la barba, ser un barbero a día de hoy implica tener el conocimiento sobre la aplicación de técnicas desde lo tradicional de acuerdo a las últimas tendencias, y formarse con un buen curso de barbería profesional es importantísimo. Es una labor esencial en nuestra sociedad en un mundo donde cada vez tiene mayor importancia nuestra imagen personal.
Cual es la labor del barbero
Escuchar al cliente
Un buen barbero es aquel que, antes de empezar a cortar el pelo o cabello escucha empáticamente a su cliente y entiende qué es lo que busca de acuerdo a sus preferencias personales. Un buen barbero sabe escuchar al cliente y, recomienda distintas opciones de corte de pelo, teniendo en cuenta siempre lo que desea el cliente, aunque eso si, intentando siempre que sea acorde con las tendencias actuales. .
Formación continua en el oficio
Un buen barbero debe formarse para el oficio. Es muy importante prepararse día a día lo suficiente a través de cursos especializados que vayan actualizando al barbero con las nuevas técnicas del momento. El conocimiento debe estar en constante actualización de acuerdo a las nuevas técnicas que surjan en el mercado. Entre algunas de las mejores opciones para mejorar y actualizar el aprendizaje están los workshops, excelentes alternativas para pulir ciertas técnicas y aprender de forma práctica las nuevas tendencias.
Trato con el cliente
Ser un barbero significa tener un trato especial con el cliente, saber conectar desde el primer momento con la persona a la que le vamos a cortar el pelo es esencial. Y no se trata de ser su amigo o su psicólogo, pero si, hacerle agradable el rato que se esta cortando el pelo con una buena conversación en el caso en el que el cliente lo desee. Un barbero debería ser capaz de llevar un buen tema de conversación con su cliente, ser amable y simpático, mostrándose atento ante cualquier inquietud o duda que tenga sobre el corte que le estamos haciendo.
Ser su guía
Ser un buen barbero, además de todo lo mencionado, es saber guiar al cliente realizando varias recomendaciones en cuanto al cuidado del corte y de la barba para un determinado cliente. Recomendarle al cliente si es posible el tiempo para la próxima cita con el fin de mantener el corte que le hemos realizado y el estilo.
Ser barbero significa, tener vocación y pasión por el trabajo que realizan. Al final, más allá del cuidado del cabello y la barba del cliente, ser barbero es algo más que cortar el pelo, es saber mirar el mundo a través de los ojos de sus clientes a través del dialogo, a través de saber entender lo que quieren y desean para cuidar su imagen corporal y su autoestima.